en ese lugar, este tipo de accidentes son el pan de cada día.
Sucede que, por las razones que sean -se supone que ya deben haber sido estudiadas por las autoridades locales de tránsito - muchos de los vehículos que bajan o suben por las calles se vuelan las escuadras, y chocan con los que transitan por las carreras, que tienen la preferencia. Pero suele presentarse otro hecho que agrava la situación: como en el accidente reseñado, en muchas ocasiones el otro vehículo también es un infractor, ya que se trata de busetas al servicio de empresas que prestan servicio puerta a puerta -lo cual está prohibido - y son despachadas desde unas terminales satélites que funcionan en el barrio, las cuales, como se sabe, son también ilegales.
¿Complicidad u omisión?
Desde hace varios años, pero en mayor cantidad y frecuencia en los últimos meses, en el barrio Crespo, a lo largo de la avenida Santander, así como de la calle 70, ante la mirada inmutable de las autoridades de tránsito, numerosos taxis, busetas y vans se estacionan sobre andenes y aceras para recoger pasajeros hacia Barranquilla y Santa Marta, impidiendo el libre tránsito de los peatones que son obligados a transitar por la vía con todo el peligro que ello encierra.
Se trata de automotores que no tienen licencia para prestar ese servicio intermunicipal de transporte colectivo, según lo reconocen en la propia Secretaría de Planeación, para cuyos funcionarios el Plan de Ordenamiento Territorial - POT, en lo que tiene que ver con los usos y prohibiciones de ese tipo de vías, determina con claridad que ese servicio no está permitido. Además, parquearse sobre los andenes y las aceras está prohibido por las normas de tránsito.
De acuerdo con unos agentes de tránsito consultados, pero que pidieron que sus nombres no fueran revelados, las normas contemplan que pueden expedirse licencias para prestar servi- cio de tours turísticos o empresariales, llamados también servicios especiales, pero lo que algunas de estas empresas prestan es un servicio denominado 'puerta a puerta'.
Metro.Com pudo establecer que este servicio es mirado con buenos ojos por los usuarios, ya que la Terminal de Transporte de Cartagena está distante de Crespo y es incómodo y hasta ilógico viajar hasta allí, teniendo en cuenta la cercanía con la Vía al Mar. Por ello, para atender esa demanda, varias empresas han montado sus puntos de atención a lo largo de la calle 70, y una en la avenida Santander.
Otras fuentes del Grupo de Seguridad Vial de la Policía de Carreteras de Bolívar reconocieron que esos servicios violan flagrantemente la Ley, a lo que se suma el peligro que encierra la ocupación de las aceras y el constante estacionamiento de buses, busetas y vanes en las calles de Crespo, lo cual es un problema que no se puede desconocer.
Para Iris Ortiz Royett, una abogada vecina del barrio Crespo, lo ideal es que se eliminen las terminales satélites piratas, que están claramente prohibidas, y se reúnan en una sola que cumpla lo que determina la Ley, para lo cual debe buscarse un sitio adecuado que no ocasione los traumas que actualmente se presentan.
"Lo que dice la norma es que cuando las ciudades son muy grandes o cuando su topografía así lo exija, se construyan terminales en varios puntos de la ciudad, y es lo que ya debe ir pensándose en Cartagena", señaló la jurista. Según su concepto, la Alcaldía debe hacer uso de sus atribuciones para obligar a que la Terminal de Transportes -de la cual es socia - invierta en la compra de un terreno y monte allí una especie de sucursal, en un área donde no se perjudique a los vecinos".