Primero fue el concejal César Pión González criticando los nombramientos realizados hasta ese momento por el alcalde Dionisio Vélez Trujillo porque -según aquel - no ha vinculado a su gabinete a ningún afrodescendiente "a pesar de que tiene la obligación de hacerlo".
Luego fue el concejal Pastor Jaramillo Robles asegurando que ello no es cierto, ya que "en ninguna norma de las que conforman las piezas constitucionales sobre el Régimen o Poder Municipal se establece la obligatoriedad de nombrar afrodescendientes en los gabinetes locales o seccionales", ni "tampoco figura en los Acuerdos, Ordenanzas o Leyes que yo conozca".
Enseguida fue Pión quien, en carta enviada a El Universal y a Metro.com, señala que su tesis se basa en que "el Congreso de la República aprueba por primera vez la inclusión de capítulo especial sobre la población afrocolombiana en el Plan de Desarrollo con procedimiento de consulta previa"; y en que el presidente Santos, refiriéndose a su Plan de Desarrollo, dijo que "todos los afros de Colombia pueden sentirse muy tranquilos porque tienen un Gobierno que está pendiente de ese aspecto fundamental, de lo social, y que ustedes tienen unos voceros comprometidos con su causa", y ello, según Pión, "tiene positiva repercusión en la Región Caribe, donde también la población afro puede y debe encontrar mejores posibilidades de empleo, ingresos y bienestar para sus familias".
E inmediatamente fue otra vez Jaramillo, quien, en repuesta a Pión, dijo que este "ha armado una tormenta en un vaso de agua por un tema que hasta el momento no amerita mayores inconvenientes para la ciudad", y, tras señalar que "me siento orgulloso de ser afrodescendiente, hijo de un afrodescendiente y casado con una afrodescendiente, por lo que jamás compartiré discriminacion de ninguna especie", reiteró que las afirmaciones de su colega son infundadas "pues al consultar el artículo 315 de la carta del 91, en su numeral tercero, se nota que no existe la orden de asignar cuotas étnicas en los gabinetes municipales".
"Quien ha discriminado es el concejal Pión, pues él, en algun instante, emitió ciertas críticas basadas en que miembros del nuevo gabinete tienen relación con Barranquilla, lo que me parece al menos bastante curioso ya que él mismo es barranquillero. Ese tipo de discriminación se llama xenofobia y no hace justicia a los deseos de una ciudad puerto como Cartagena, patrimonio universal, ecuménica y cosmopolita, que ha sido engrandecida por libaneses, antioquenos, santandereanos, italianos, alemanes, africanos, cordobeses, desplazados, etc. Yo lucho contra todo prejuicio o discriminacion y por ello quiero que en Cartagena todos, con independencia del origen étnico o territorial, examinenos a los servidores publicos con base en el cumplimiento de sus tareas, más allá del color de la piel o el sitio de nacimiento".
Las puyas de Pérez
Pero los dardos de los concejales de Cambio Radical y del partido de La U no son los únicos que han causado heridas en el Concejo. El cabildante William Pérez Montes, también de la Unidad Nacional, manifestó, en una columna publicada por El Universal, que "en la reciente elección en esta ciudad, el pueblo cartagenero, cargado de ese heroísmo..., ratificó su descontento e indignación contra la clase política que ha manejado este Distrito de manera avara e irresponsable". Según Pérez, la ciudadanía "se volcó a las urnas para respaldar de manera crítica... un proyecto fresco... que le apostó a la libertad de conciencia y no al poder del dinero". Para el concejal, aunque la opinión política carece "de un grado deseable de cualificación, logró prevalecer ante la corrupta dinámica de mercantilización electoral (presente) en los últimos tres debates por la Alcaldía". En su columna, Pérez señala que la llegada de Dionisio Vélez a la Alcaldía "es un candil que se enciende para exorcizar la nefasta sombra que abrazó a todos y cada uno de los gobernantes que le antecedieron".
De acuerdo con fuentes de este portal, las puyas de Pérez no cayeron bien en varios de sus colegas, la mayoría de los cuales cogobernaron en las últimas Administraciones distritales.
Ni tampoco en dirigentes gremiales que apoyaron la segunda candidatura de María del Socorro Bustamante a la Alcaldía. La primera, curiosamente, contó con el apoyo -entre otros - del concejal William Pérez.
Entre los que reaccionaron ante los dardos del concejal de La U estuvo William Murra Babún, quien, en carta enviada a Pérez, a la cual tuvo acceso este portal, señaló que "si no es por el valor civil de la senadora Daira Galvis, quien solicitó un control excepcional de la Contraloría General, aún se estarían robando descaradamente los recursos para inversiones en vías, escuelas y hospitales a través de bancos delincuenciales como lo eran EDURBE, CORVIVIENDA y el DAVD".
Según Murra, "muy pronto se pondrá al descubierto, también por iniciativa de la senadora, cómo grandes empresas del sector petrolero engañan a la gente, fletando medios de comunicación para que les generen imagen positiva, pero que, a la hora de la verdad, son más los perjuicios que nos ocasionan que los beneficios que dejan a los cartageneros".
En su carta, el polémico dirigente le pide a Pérez que coadyuve acciones "para lograr que, a partir del 2015, nos empiecen a revertir los peajes urbanos necesarios para financiar nuevas vías como la 5a. Avenida de Manga y el mantenimiento permanente de la malla vial", y le recomienda que esté "muy vigilante" para evitar que "los facinerosos que de una u otra forma vienen asaltando al erario distrital, se sigan moviendo con sus influencias de amigos y familiares para que los dejen seguir con sus fechorías, y de seguro tratarán de tentar con sus dineros malditos las conciencias de muchas personas".