Las pautas publicitarias a los periodistas que cubren la administración publican y las consideraciones éticas que se han hecho en algunos medios sobre el tema, continúan siendo objeto de candentes debates en muchos escenarios.
Como era de esperarse, varios comunicadores reaccionaron en contra de los señalamientos realizados en la revista Metro en cuatro de sus ediciones anteriores. De manera airada, rechazaron las sindicaciones en el sentido de que numerosos periodistas, principalmente radiales, actúan como pordioseros al momento de ofrecer sus servicios publicitarios y, peor aún, "critican insistentemente a los funcionarios hasta cuando estos deciden darles una cuña, luego de lo cual adoptan una actitud laudatoria y, en ocasiones, servil y zalamera, lo que puede calificarse como una vulgar y vergonzante extorsión".
Uno de los primeros en manifestar su contrariedad fue Jairo Baena Vargas, comunicador egresado de la Universidad Autónoma del Caribe, presidente de la empresa "Periodistas de Bolívar" y asesor de la Oficina de Prensa de la Alcaldía de Cartagena, quien, en carta a la revista Metro, afirmó que tales señalamientos "no contribuyen en nada al desarrollo ni la integración del gremio, siendo que lo que tenemos que hacer es reconocernos y unirnos alrededor de propósitos comunes".
De acuerdo con Baena Vargas, "está demostrado que en Cartagena un comunicador tiene que realizar, además del periodismo, otras actividades para poder subsistir y mantener a su familia, y aquellos que solo realizan una actividad están condenados a pasar trabajo o a mal venderse por pura necesidad", y pone como ejemplo su propio caso: además de asesor de la Alcaldía y director del programa radial 'CN Noticias', es corresponsal del informativo televisivo 'CV Noticias', que se emite por Telecaribe; es asesor en comunicaciones de la Cooperativa de Educadores de Bolívar y, cada cierto tiempo, es jefe de prensa de candidatos a cargos de elección popular.
Jairo Baena, además, es autor de un estudio sobre la situación laboral de los periodistas en Cartagena, a la que califica como "la crisis laboral más grande del mundo". Asegura que "es fácil hablar de ética cuando se tiene el estómago lleno", y advierte que los problemas para los comunicadores serán más graves "en la medida en que pasen los años, cuando las facultades de Comunicación - Periodismo y los institutos tecnológicos con programas de Producción en Radio y Televisión empiecen a graduar estudiantes, ya que no existen empresas con capacidad para recibir a tantos profesionales y tecnólogos".