Millares de hombres y mujeres de todos los estratos sociales acompañaron los despojos mortales del exalcalde Campo Elías Terán desde la catedral, en el Centro Histórico, hasta el cementerio Jardines de Cartagena, en la zona sur de la ciudad.
Por disposición de la familia Terán Humanez, tras la ceremonia religiosa intervinieron únicamente el empresario Carlos Mattos y el hijo del exmandatario, Campo Elías Terán júnior; y se leyeron solamente los decretos de honores expedidos por la Gobernación de Bolívar, la Alcaldía de Barranquilla, la Universidad de Cartagena y la Federación Colombiana de Periodistas.
El cuerpo de Terán fue trasladado en una carroza de la funeraria Lorduy y no en uno de los carros del Cuerpo de Bomberos, también por determinación de la familia.
A lo largo de la avenida Pedro de Heredia, el cortejo fúnebre fue detenido en varias ocasiones por ciudadanos que se acercaron a rendir -cada uno a su manera - un homenaje póstumo a quien fue para ellos su máximo ídolo.
Tras la la larga travesía, Terán fue sepultado -en medio del llanto de centenares de personas - a las 11 y 36 de la noche.
"Aquí está toda Cartagena": Campito
En su emotiva intervención en la catedral, Campo Elías Terán júnior recordó que "el viejo mío tuvo un sueño, que era tener una Cartagena para todos, por eso que dijo que en Cartagena hay Campo para todos..., lo más chistoso, por lo que mi papá debe estar riéndose, es que no lo alcanzó la Alcaldía para hacerlo, pero hoy aquí en su entierro están todos, están todos los de Cartagena; se tuvo que morir el viejo Campo para que los de arriba, los de la mitad, los de abajo, todos estén en el mismo sitio; por eso debe estar muerto de la risa".
"Un sueño cumplido": Baena Vargas
Pero reunir en un solo sitio a cartageneros de todos los estratos socio-económicos no fue el único sueño que se le cumplió a Campo Elías Terán, aunque fuera después de su partida.
Para el periodista Jairo Baena Vargas, a quien se le vio en todo instante muy compungido por la prematura ausencia del amigo, "a Campo se le cumplió" -además - "el sueño de que a lo largo de la avenida Pedro de Heredia se realizara el desfile de la Independencia de Cartagena; como él lo soñó, el pueblo cartagenero desfiló desde el centro hasta la zona sur de la ciudad, y milllares de personas bajaban desde sus barrios a despedirlo".